sábado, 5 de diciembre de 2009

what if

Caminas por Gran Vía chocándote con la gente, les eres indiferente. Algunos chicos te miran, pero no recordarán tu cara en cinco minutos. Te fijas en la ropa de una chica que te llama la atención. Te sonríe; te sonrojas. Tuerces por una calle, (al fin puedes caminar sin agobio, piensas) das un paso y notas como se forma un agujero enorme en suelo y empiezas a caerte! gritas sin entender nada pero no logras alzar la vista, vas demasiado rápido y solo ves negro. No tienes tiempo de enlazar una idea con otra y ya estas de nuevo en Gran vía, pero todo ha cambiado. No entiendes nada, la gente te mira, se hablan entre ellos, se ríen, te señalan. Tú te observas y estas igual que antes… no te has quedado en ropa interior ni nada por el estilo. Exactamente la misma. ¿Qué coño ha pasado? Vuelves a cruzarte con la chica de antes pero esta vez simplemente no te mira. Entras en el primer bar que encuentras para encerrarte en el baño y mirarte bien. Nada. Sales y sientes que todo el mundo te sigue mirando pero no sabes que hacer, te morirías de vergüenza si preguntarás por qué. La situación te asusta y te estresa, empiezas a sudar y notas la palpitación acelerándose. Caminas rápido hacia la calle por la que torciste, buscando un indicio de algo fuera de lo común…Nada. Vas con precaución por la misma vereda, con miedo a caerte en cada paso, pero también con una intriga enorme de que vuelva a suceder. Te cruzas con una mujer grande, con ropa marrón y un velo que le cubre en pelo, habla en árabe a sus dos niños, que caminan riéndose y jugando, en frente ves a una pareja de góticos, él con botas altísimas, cazadora de cuero, pinchos… ella con un vestido de Gothic Lolita, morado y negro, con encajes y lazos en blanco. Es un día de los que el sol se pega en la piel, por lo que te cuesta entender como el chico va con cuero… sigues mirando el panorama aunque de lejos no ves bien, no diferencias si el grupo de gente que está al final de la calle está yendo hacía ti o en sentido opuesto… En cualquier caso, nadie parece percatar algo distinto en ti o en el ambiente, siguen en su mundo. De una fuerte luz se pasa a la oscuridad y la gente sigue como si nada, no se detiene, no se sorprende. Te entran muchísimas ganas de correr y sin dudarlo empiezas. Vas lo más rápido posible, esquivando a la gente que camina con la mirada pérdida, si torcerse hacia ti, como si fueras invisible, hasta que te vuelves a caer. La sensación de vértigo se repite y reapareces en Gran Vía, en el exacto mismo punto de antes.

En realidad, ¿ no creamos la percepción que tiene el resto de nosotros, interpretamos las actitudes como queremos, inventamos “sensaciones”, buscamos haber visto algo que nos de la razón sobre lo que pensamos ?

Creamos mucho más de lo existente.

Imaginamos una posible historia con alguien, logrando que nos guste la persona a través de esa imaginación, pensamos en acciones que no haremos, jugamos al ajedrez sin jugar. Inventamos desenlaces, calculamos el tiempo.

Pero no controlamos nada, somos pura contradicción. Nuestro subconsciente nos gobierna.

1 comentario:

  1. Me parece que Aub dijo que en sólo en España lo real y lo irreal eran la misma cosa porque la gente no distinguía entre una y la otra.

    ResponderEliminar